Como cubrimos en artículos anteriores, Lenormand es un sistema que aprovecha nuestro potencial intuitivo profundamente arraigado. Para que funcione completamente, hay otro aspecto de nuestra mente que debe incorporarse a la ecuación. Es la misma parte de nuestro cerebro que procesa y nos ayuda a lidiar con el lenguaje. Las palabras clave de Lenormand se convierten así en el vocabulario de nuestra lengua vernácula y sus reglas en la gramática.
Método 1: leer una oración con tarjetas Lenormand
Lo más común es leer dos cartas, siendo la primera el sustantivo o verbo y la segunda el adjetivo o adverbio correspondiente. Ampliar la lectura para incorporar tres o más cartas no añade ninguna dificultad extra. Las imágenes (o más bien las palabras clave) se leen simplemente en una narración directa. Los unes como pequeñas perlas de sabiduría y las palabras individuales forman una oración. La tercera carta de la fila simplemente tiende a ser un objeto. o una característica que proporcione una mayor comprensión de la situación.
A modo de ilustración, supongamos que le has pedido a tu pequeño mazo más información sobre tu situación laboral actual y has sacado Ring, Stork y Scythe. El Anillo generalmente se refiere a tratos y contratos, se sabe que la Cigüeña (al ser un ave migratoria) significa cambio y la Guadaña posee la cualidad de velocidad extrema. Teniendo todo esto en consideración, podemos decir que “el contrato cambiará muy rápidamente” o, para hacer la lectura aún más literal “el contrato cambiará drásticamente”. Al preguntar sobre su relación y recibir Ancla (seguridad, perspectivas a largo plazo), Luna (apariencia) y Ratones (daño), puede decir que “la seguridad de su relación a largo plazo parece estar disminuyendo”. Bastante simple, ¿no?
Método 2: encadenamiento de pares y duplicación con cartas de Lenormand
Una vez que haya dominado este método, podrá aprovecharlo con otra forma, quizás más reveladora, de interpretar una tirada de tres cartas. En lugar de leerlo como una simple oración, de izquierda a derecha, puedes leer cada par individual (1+2, 2+3 y 1+3) tratando la segunda carta (central) como una bisagra que conecta los dos lados de una imagen simétrica.
Si le preguntaras sobre el futuro de tu amistad con tu mejor amigo actual y sacaras Mujer, Árbol y Libro, la historia implícita en las dos primeras cartas sería la de que tu amiga es una influencia saludable y una presencia profundamente arraigada en su vida. A continuación, el Árbol y el Libro insinuarían un gran conocimiento mutuo, una familiaridad excepcional y que ella será su confidente de por vida. Al final usaríamos la técnica llamada “mirroring” (conectar las dos cartas que se encuentran en el extremo opuesto de una línea), con Mujer y Libro diciéndonos que tu amigo es muy bueno guardando secretos pero también es muy leído y inteligente con los libros (y la literatura quizás sea un interés mutuo importante que los unió a los dos para empezar). Por tanto, podemos concluir que es probable que esta amistad dure para siempre.
Ambas formas de leer una línea de tres cartas son igualmente efectivas y es en gran medida una cuestión de preferencia personal, situación e intuición la que te ayudará a decidir a cuál recurrir en un momento dado. Como siempre, la práctica hace la perfección.
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